Sermon
Pentecost 2, June 26, 2011
Proper 8, RCL
Genesis 22:1-14; Psalm 13; Romans 6:12-23; Matthew 10:40-42
ENGLISH
Almighty God, Grant us so to be joined together in unity of spirit, that we may be made a holy temple acceptable to you. (from the collect for the day)
In Genesis this morning we heard that “Isaac said to his father Abraham, "Father!" And he said, "Here I am, my son." He said, "The fire and the wood are here, but where is the lamb for a burnt offering?" and Abraham said, "God himself will provide the lamb for a burnt offering, my son…And Abraham looked up and saw a ram, caught in a thicket by its horns. Abraham went and took the ram and offered it up as a burnt offering instead of his son. So Abraham called that place "The LORD will provide”.”
We, Iglesia Betania and Grace, Hispanic/Latino, Caribbean, African, African/American/, European, have offered up everything in order to be a community that reflects reconciliation and restoration and transformation to this city, this diocese, this nation, this world.
How will God, then, provide for this enterprise?
What is God waiting for us to provide first?
In Psalm 13 we pray, “How long, O LORD? How long shall I have perplexity in my mind…But I put my trust in your mercy; I will sing to the LORD, for the LORD has dealt with me richly…”
What has God already provided?
In Paul’s letter to the Romans, he thanks God that the congregation has “become obedient from the heart to the form of teaching to which you were entrusted…” What is that teaching?
The teaching is this: that in Christ there is neither slave nor free, Jew or Greek, male or female, legal or illegal, documented or undocumented, Caribbean or European, Hispanic or African, but one body.
God has provided that we have come together in Jesus’s name. How will we build on that gift?
In Matthew’s gospel, Jesus says, “Whoever welcomes you welcomes me…”
Whoever you welcome is Jesus Christ. When all of us together welcome one another as equals, ready to learn from one another, none of us being more in possession of this building or this place than one another, we welcome Jesus Christ.
We have been sent here by God, each one of us. God alone has called us together. We are the gift provided by God. God may indeed provide more. In gratitude, we must provide our selves, our souls and our bodies, in the name of Jesus Christ.
IN SPANISH
Dios todopoderoso, Concédenos que estemos unidos en espíritu, de tal modo que lleguemos a ser un templo santo aceptable a ti. Amen
Hoy en el Génesis leemos:
Isaac le dijo a Abraham:
—¡Padre!
—Dime, hijo mío.
—Aquí tenemos el fuego y la leña —continuó Isaac—; pero, ¿dónde está el cordero para el holocausto?
—El cordero, hijo mío, lo proveerá Dios —le respondió Abraham.
Abraham alzó la vista y, en un matorral, vio un carnero enredado por los cuernos. Fue entonces, tomó el carnero y lo ofreció como holocausto, en lugar de su hijo. A ese sitio Abraham le puso por nombre: «El Señor provee.»
Nosotros, la Iglesia Betania, Iglesia de la Gracia, hispanos / latinos, caribeños, africanos, africanos / americanos y europeos, ofrecen a Dios todo lo que tenemos para que podamos ser una comunidad. Somos la imagen de la reconciliación, la restauración y transformación de esta ciudad, esta diócesis, a esta nación, este mundo.
¿Cómo proveyó Dios para esta empresa? Lo proveerá Dios?
¿Qué quiere Dios de nosotros?
Salmo trece:
¿Hasta cuándo, oh Señor?
¿Hasta cuándo tendré dudas en mi mente?
Mas yo en tu misericordia he confiado;
Cantaré al Señor, porque me ha hecho bien.
¿Qué ha dado Dios ya?
Romanos: San Pablo da gracias a Dios: Que ya se han sometido de corazón a la enseñanza que les fue transmitida.
¿Qué es esta enseñanza?
Esta es la enseñanza.
En Cristo no hay esclavo ni libre. En Cristo no hay Judio ni griego, no hay hombre o mujer, no legal o ilegal, no documentada o indocumentada, no el Caribe o Europa, no hispano o africano. Hay un solo cuerpo.
Dios establece que nos reunimos en el nombre de Jesús. ¿Cómo vamos a aprovechar ese regalo?
Jesús dijo: »Quien los recibe a ustedes, me recibe a mí…<<
Todo el mundo le dan la bienvenida es Jesucristo.
Cuando le damos la bienvenida unos a los otros como iguales, damos la bienvenida a Cristo.
Cuando creemos que todo propietario de este lugar juntos, damos la bienvenida a Jesucristo.
Cada uno de nosotros ha enviado aquí por Dios. Sólo Dios nos ha convocado. Somos el regalo dado por Dios. Dios puede dar más. En agradecimiento debemos ofrecer nuestras personas, nuestras almas y nuestros cuerpos en el nombre de Jesucristo.
No comments:
Post a Comment